¿Todavía es necesario imprimir para comunicar?
Esta pregunta seguramente le habrá rondado la cabeza a más de uno durante los meses de confinamiento y estado de alarma.
La venta de la prensa clásica ha bajado considerablemente desde la llegada del smartphone y las generaciones más jóvenes no continúan con la tradición de comprar el periódico por las mañanas.
Mucha gente acude a los quioscos de paso y únicamente a comprar refrescos, chucherías o algún fascículo de alguna revista en particular en un momento puntual.
¿Por qué no compra prensa la generación más joven?
Las noticias circulan ahora con más velocidad que nunca y comprar prensa significa invertir en información anticuada. Es un hecho que la palabra escrita no está a la última y sí, cualquier medio de comunicación está emitiendo en directo constantemente en sus canales digitales.
Cambios de hábitos por el COVID-19
La pandemia del coronavirus ha cambiado el comportamiento de las personas y la industria del papel ha sufrido un fuerte e innegable impacto en todas sus categorías.
Antes íbamos a la peluquería y mientras esperábamos, ojeábamos tranquilamente la prensa del corazón, la actualidad deportiva, etc.
Esta costumbre, al igual que otras muchas ahora forma parte del pasado por motivos higiénicos.
Códigos QR
Hemos visto un aumento considerable en el uso de los códigos QR, sobre todo en negocios de hostelería. Sin embargo, hay muchas personas que todavía no están familiarizadas con esta tecnología (sobre todo personas mayores) y siempre es necesaria una alternativa para poder facilitarle el menú al cliente.
Imprimir material informativo
Si existe algún impreso por excelencia, ese es el manual de instrucciones. Y sí, también es el impreso que más solemos ignorar. Tenemos la costumbre de no consultar las instrucciones hasta que tenemos aluna duda importante. ¿Os imagináis que los medicamentos vinieran sin el prospecto o que los muebles de aquella marca nórdica de muebles tan famosa vinieran sin instrucciones de montaje? Seguramente ese sea el momento en el que menos nos apetezca buscar referencias online.
Los buzoneos continúan
Nada más finalizar el confinamiento, volvieron a imprimir folletos las inmobiliarias, volvieron a imprimir flyers los restaurantes de comida rápida y volvimos a recibir ofertas de clínicas dentales. Los buzoneos siguen siendo una magnífica forma de hacer llegar información al vecindario y realizar una campaña de buzoneo es posible incluso por menos de 50 Euros.
¿Es posible prescindir de todo material impreso?
Sería absurdo negar que el mundo digital ha desbancado al mundo analógico, ¿pero realmente podemos hacer vida normal sin imprimir?
Por muy poco que imprimamos en nuestra vida personal, seguimos haciendo uso de las impresoras en nuestro entorno laboral.
Toda la paquetería que recibimos dispone de etiquetas adhesivas , seguimos recibiendo un albarán del transportista, al igual que seguimos recibiendo cartas de nuestras compañías eléctricas, telefónicas y propaganda electoral aunque ya existan alternativas digitales.
Todos los productos que adquirimos en una tienda o comprando por internet vienen con su packaging personalizado.
Aunque la pandemia haya fomentado el consumo de los canales digitales, imprimir ha sido de las primeras cosas que han hecho las empresas. Muchos nuevos clientes han acudido a las imprentas online por primera vez para encargar sus artículos de señalética personalizados.
La nueva normalidad ha demostrado que todavía es necesario imprimir para comunicar y transmitir información. Existen alternativas económicas que incluso evitan la propagación del virus, como el barniz antibacteriano.
En FLYERALARM opinamos que imprimir es apostar por una relación más cercana y personal con nuestros clientes. Los productos de impresión clásicos siguen siendo necesarios e importantes para mantener informado a tu público.
¡Imprimir es invertir en tu negocio y en tu cliente!